Adiós a la CH más preciada

Chespirito-de-joven

Es la CH, que marcó a más de tres generaciones y por la que hoy México y el mundo entero está de luto. CHespirito, Chapulín, el Chavo del Ocho y así más de siete personajes llevaban detrá a la misma persona: Roberto Gómez Bolaños. El humorista falleció en México, víctima de una infección de pulmón de la que llevaba sufriendo unos cuantos años.

Gómez Bolaños no nació actor. Primero se dedicó a la ingeniería, para después trabajar como publicista. Fue a los 40 años cuando decidió desarrollar los guiones ya escritos y ponerlos en escena. Un escenario de lo más austero, con personajes limitados, pero con un guión que no dejaba indiferente a nadie. Un artista y numerosos guiones que han hecho de Bolaño uno de los humoristas más queridos del país junto al también difunto Cantinflas.

De su puño y letra, creó al superhéroe más querido de Latinoamérica, Chapulín Clorado. “El Chapulín Colorado me abrió el camino y el Chavo me dio el cariño de la gente”, comentaba en un entrevista. Un superhéroe, que cruzó fronteras. Llegó a Estados Unidos, se tradujo al mandarín y hasta se crearon dibujos animados inspirados en los personajes de La Vecindad.

Gran guionista, gran actor, pero sobre todo gran persona, admiten los más allegados. Exigente con su trabajo, era en general un hombre sencillo. “Lo importante es siempre hacer lo que uno desea ha sido una bendición vivir de lo que me gusta”, aseguró hace más de una década.

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